El metamizol, también conocido como dipirona, es un fármaco perteneciente a la familia de las pirazolonas con efecto analgésico y antipirético. Se presenta en forma de metamizol sódico o metamizol magnésico.
Es un analgésico comparable al ácido acetilsalicílico, aunque menos gastrolesivo, y superior al paracetamol en dolor agudo de intensidad moderada. Relaja ligeramente la musculatura lisa, por lo que resulta especialmente útil en dolores de tipo cólico. No sustituye a un opioide en aquellos dolores posoperatorios que así lo requieran.
La administración parenteral solamente está indicada para dolor agudo intenso si la administración enteral no se considera apropiada.
Indicaciones:
Vía oral
Metamizol sódico (solución oral)*, metamizol magnésico (comprimidos):
| Edad (peso) | mg/dosis | Dosis máxima diaria (mg) |
| <12 meses (<9 kg) | 25-125 | 100-500 |
| 1-3 años (9-15 kg) | 75-250 | 300-1000 |
| 4-6 años (16-23 kg) | 125-375 | 500-1500 |
| 7-9 años (24-30 kg) | 200-500 | 800-2000 |
| 10-12 años (31-45 kg) | 250-750 | 1000-3000 |
| 13-14 años (46-53 kg) | 375-875 | 1500-3500 |
Vía rectal
Metamizol magnésico:
Vía intramuscular o intravenosa lenta (no más de 1 ml/minuto):
Metamizol magnésico:
Metamizol sódico*:
*En España, únicamente está disponible en combinación con metilbromuro de escopolamina. En su ficha técnica se especifica: no se recomienda el uso de este medicamento en niños ni en adolescentes (menores de 18 años), ya que no se han establecido la seguridad y eficacia en estos pacientes. No debe administrarse a niños menores de 12 meses de edad.
Si aparecen signos de agranulocitosis o trombocitopenia, se debe interrumpir inmediatamente la administración de metamizol y controlar el recuento sanguíneo, incluyendo la fórmula leucocitaria.
La incidencia real de agranulocitosis es muy baja, del orden de 5-8 casos/millón de habitantes-año, y la de anemia aplásica, de 2-3 casos/millón de habitantes-año. Las reacciones de agranulocitosis no dependen de la dosis y pueden ocurrir en cualquier momento durante el tratamiento. También puede ocurrir en pacientes que han sido tratados previamente sin complicaciones.
Los signos típicos de agranulocitosis incluyen mucositis (por ejemplo, orofaríngeas, anorrectales, genitales), odinofagia y fiebre (incluyendo fiebre persistente inexplicable o recurrente).
Debido a que la agranulocitosis puede desarrollarse de manera impredecible en cualquier momento del tratamiento, y al no demostrarse la efectividad de los controles de recuento sanguíneo, se ha eliminado la recomendación de llevar a cabo controles rutinarios durante el tratamiento con metamizol.
En pacientes que reciben antibióticos, estos signos pueden ser mínimos. La velocidad de sedimentación globular se incrementa considerablemente, mientras que el tamaño de los ganglios linfáticos no aumenta o aumenta solo ligeramente.
En los siguientes grupos de pacientes, el riesgo de posibles reacciones anafilactoides graves con metamizol es claramente más elevado: pacientes con síndrome de asma por analgésicos o con intolerancia a los mismos, del tipo urticaria-angioedema; asma bronquial, especialmente con rinosinusitis y pólipos nasales simultáneamente; urticaria crónica; intolerancia a colorantes o conservantes, a alcohol.
Si se administra metamizol en estos casos, el paciente debe ser controlado estrechamente por el médico y se debe garantizar la disponibilidad de medidas de urgencia. Los pacientes que experimenten reacciones anafilactoides con metamizol también presentan un riesgo especial a reaccionar del mismo modo a otros analgésicos no narcóticos. Los pacientes que experimenten una reacción anafiláctica u otra reacción inmunológica con metamizol (por ejemplo, agranulocitosis) también presentan un riesgo especial a reaccionar del mismo modo con otras pirazolonas y pirazolidinas.
Dado que en los casos de insuficiencia renal o hepática la velocidad de eliminación disminuye, debe evitarse la administración de dosis elevadas. Únicamente en tratamientos de corta duración no es necesaria una reducción de la dosis.
Valorar individualmente las asociaciones de pirazolonas con anticolinérgicos, espasmolíticos, opioides menores (codeína), sedantes, antihistamínicos (productos antigripales) o miorrelajantes centrales y estimulantes del sistema nervioso central (SNC) (cafeína), sobre todo en los tratamientos de síntomas banales.
A altas dosis potencia el efecto de fármacos depresores del sistema nervioso central.
Sobredosis:
La intoxicación aguda puede llegar a provocar convulsiones, coma, paro respiratorio y cuadros de insuficiencia hepática y renal. Tras la sobredosis por administración oral, limitar la absorción sistémica: lavado gástrico, carbón activado. El metabolito principal de metamizol (4-N-metilaminoantipirina) puede eliminarse mediante hemodiálisis, hemofiltración, hemoperfusión o filtración del plasma.
Farmacocinética:
De 30 a 60 minutos después de la administración oral puede esperarse un claro efecto terapéutico. La vida media de eliminación del metamizol radiomarcado es de aproximadamente 10 horas. La absorción de metamizol por vía intramuscular es rápida (menor de 30 minutos) y alcanza una concentración máxima en 1 a 1,5 horas. Los principales parámetros cinéticos no varían marcadamente si la administración es intramuscular o si es oral.
Tras la administración intravenosa, la vida media plasmática es de aproximadamente 14 minutos para el metamizol.
Los niños eliminan metamizol más rápidamente que los adultos.
Incompatibilidades:
No deberá añadirse el contenido de la ampolla de metamizol a soluciones intravenosas de gran volumen correctoras del pH, PAS o para nutrición parenteral (aminoácidos, lípidos).
Debido a la posibilidad de incompatibilidades, no debe mezclarse con otros fármacos en la misma jeringa.
Presentaciones comerciales: las presentaciones disponibles en España pueden consultarse online en el Centro de Información de Medicamentos de la AEMPS (CIMA), http://www.aemps.gob.es/cima, y en https://www.aeped.es/comite-medicamentos/pediamecum en el enlace "Presentaciones" correspondiente a cada ficha.
Fecha de actualización: abril de 2025.
La información disponible en cada una de las fichas del Pediamécum ha sido revisada por el Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría y se sustenta en la bibliografía citada. Estas fichas no deben sustituir en ningún caso a las aprobadas para cada medicamento por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Etiquetas