La AEP participa a través de su Comité de Salud Medioambiental en la Cumbre Mundial del Clima que se celebra estos días en Madrid
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerda, a través de su Comité de Salud Medioambiental (CSM-AEP), la especial vulnerabilidad a la contaminación y a la crisis climática de la los niños y jóvenes. El deterioro de los ecosistemas constituye un determinante para explicar el crecimiento de las enfermedades crónicas en la infancia-adolescencia, no obstante, los niños soportan hasta el 88% de la carga de enfermedad atribuible a la crisis climática. Los expertos identifican 9 amenazas ecosistémicas para la salud medioambiental de la infancia: Crisis climática, contaminación del aire y suelo, el agua de bebida contaminada, los mares enfermos, la deforestación-disertificación, las drogas legales-ilegales, contaminación de alimentos y malnutrición, la falta de contacto con la naturaleza y la pobreza/injusticia ambiental.
El doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del CSM-AEP, pediatra responsable de la primera unidad de Salud Medioambiental Pediátrica de España, (buena práctica en el Children Environment and Health Action Plan for Europe, WHO-Euorpe 2007), que participa en el Conferencia de las Partes (COP)25, órgano de decisión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (UNFCCC por sus siglas en inglés) en la mesa redonda “Infancia y Medio Ambiente” con la ponencia ‘Ecosistemas Saludables, Infancia Saludable, hacia un modelo ecosistémico de la salud humana’ que se celebra en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, asegura que “todos los niños, independientemente de donde vivan, se ven afectados por peligros ambientales. La especial vulnerabilidad de la infancia a los efectos del cambio climático surge de su mayor susceptibilidad biológica durante la etapa fetal e infantojuvenil a la acción de estos contaminantes. La lucha por el control de la contaminación y la mitigación del cambio climático se ha separado artificialmente, pero es la misma” Manifiesta..
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1993 la salud medioambiental (SMA) como: “los aspectos de la salud humana, incluyendo la calidad de vida, determinados por las interacciones de los agentes medioambientales físicos, químicos, biológicos, psíquicos y sociales”. Cada vez es mayor la evidencia en la asociación entre exposiciones tempranas a factores ambientales, como la contaminación atmosférica o el alcohol, con alteraciones hormonales y del neurodesarrollo.
Los expertos señalan 5 desafíos a los que se enfrenta los sistemas sanitarios por el medioambiente son: crecimiento de las enfermedades crónicas, costes insostenibles de las enfermedades y desigualdades, el agotamiento de los recursos naturales/pérdida de biodiversidad, envejecimiento de la población y crecimiento urbano y los cambios en la relaciones humanas.
La creciente conciencia social sobre la interrelación salud y medioambiente constituye un impulso para cambiar las políticas mundiales que otorguen a la infancia y adolescencia un lugar prominente. “Esta hoja de ruta requerirá liderazgos valientes, nuevos perfiles profesionales (pediatra y enfermeros ambientales…), creación de nuevas estructuras que unan salud y medioambiente (como las unidades de pediatría ambiental y superministerios de salud y medioambiente), una redistribución sustancial de los recursos y amplios cambios sociales”, asegura este experto.
Puede descargar la nota de prensa completa a continuación.
Adjunto | Tamaño |
---|---|
Nota de Prensa: CSM en la Cumbre Mundial del Clima 2019.pdf | 408.66 KB |