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Los caramelos son una de las causas más frecuentes de atragantamiento en la infancia, especialmente en menores de 5 años, y el riesgo aumenta con ciertos tipos concretos.
Los datos mundiales específicos sobre atragantamientos por caramelos en niños no suelen publicarse como cifras globales homogéneas, pero sí existen estadísticas relevantes a nivel internacional y nacional que ayudan a entender mejor el impacto de este problema:
Estadísticas relacionadas con atragantamientos en niños
• En un estudio estadounidense de principios de los 2000, se estimó que 17.500 niños (<14 años) fueron atendidos en urgencias por atragantamientos en un año, y 3 de cada 10 de esos casos estaban asociados con dulces como golosinas, caramelos, chucherías, gominolas o chicle.
• En ese mismo informe de EE. UU., los caramelos, gominolas etc representaron aproximadamente el 25-28% de los atragantamientos no fatales en niños de 1-14 años; de esos, la mayoría fueron caramelos duros (≈65% de los casos).
• Otra investigación también mostró que los caramelos duros fueron el alimento más común implicado en atragantamientos no fatales, constituyendo 15–19% de estos eventos, seguido por otros tipos de golosinas
• En niños de 1–4 años, casi uno de cada cuatro atragantamientos reportados en urgencias estaba relacionado con caramelos o chicles. CDC
• No existe una estadística global exacta solo de caramelos, pero los datos disponibles muestran que los caramelos son una causa importante de atragantamientos no fatales, especialmente en niños pequeños. CDC
• En muchos estudios de urgencias, los caramelos y chucherías aparecen entre los alimentos más frecuentes implicados en incidentes que requieren atención médica.
• Los datos muestran que aunque muchos accidentes no son fatales, una proporción considerable sí requiere intervención urgente, lo que subraya la importancia de la prevención.
Los caramelos, especialmente los duros y redondos, pueden bloquear completamente la vía aérea de un niño en segundos. No se deshacen rápido y encajan con facilidad en la garganta.
• Caramelos duros (mentas, pastillas)
• Caramelos redondos o esféricos
• Gominolas grandes o muy elásticas
• Caramelos con palo (si se desprenden)
• Caramelos pequeños pero rígidos que no se deshacen rápido
Esto es consecuencia de que su forma y textura pueden bloquear completamente la vía aérea.
• Vía aérea más estrecha
• Dentición incompleta
• Masticación y coordinación inmaduras
• Tendencia a reír, correr o hablar mientras comen
• Falta de percepción del peligro
Antes de los 5 años, ningún caramelo es seguro
• 0–3 años: riesgo muy alto: no deben consumir caramelos
• 3–5 años: riesgo alto, incluso con supervisión por parte de familiares o de adultos que estén junto a él.
• Por encima de los 5 años: el riesgo disminuye, pero no desaparece
Que es lo que puede observarse cuando un niño sufre un atragantamiento importante:
• Tos súbita e ineficaz
• Incapacidad para hablar o llorar
• Dificultad respiratoria, estridor
• Cianosis (color azulado de labios o cara)
• Pérdida de conciencia (casos graves)
• No ofrecer caramelos a menores de 5 años
• Evitar juegos, correr o reír con comida en la boca
• Supervisión constante al comer o cuando en la mesa existan chucherías o alimentos de pequeño tamaño
• Cortar alimentos en trozos pequeños (por ejemplo, en el caso de las uva en los niños pequeños recomendamos partirlo en 4 trozos de forma longitudinal, nunca en rodajas)
• En eventos festivos en donde se lancen caramelos al público vigilar que el niño pueda coger uno y se lo meta directamente en la boca
• Enseñar a masticar despacio
• Imprescindible que todos los adultos tengan formación en maniobras de desobstrucción
Recordar a las personas que están cerca de un niño que “Un caramelo no es un premio inocente: en un niño pequeño puede costar la vida”.
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Peligro de atragantamientos por caramelos en niños
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