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Resiliencia en la infancia y adolescencia
La resiliencia es una actitud positiva que permite hacer frente a las dificultades, adaptarse a situaciones estrés y salir fortalecido de la adversidad El término resiliencia se refiere a la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades, y prácticamente no tiene límites. Es una actitud positiva que permite adaptarnos a situaciones difíciles. Envejece conmigo, lo mejor está por venir. La frase anterior, preámbulo de un artículo especial de la revista Pediatrics a finales de los años 80 sobre los avances en la supervivencia del cáncer infantil, constituye un ejemplo de resiliencia y sugiere e invita a un futuro esperanzador. La palabra resiliencia (o resilencia) proviene de la Física y alude a la capacidad de un cuerpo para resistir a los choques, adaptarse al estrés y recuperarse. Significa que cada persona puede hacer mucho por influir en lo que le sucede y modificar su propio destino. Es una capacidad de hacer frente a la adversidad, una actitud positiva, con perseverancia y tesón, que permite la adaptación en situaciones de fuerte y prolongado estrés. Es hacer lo imposible mientras lo posible no sucede. Es resurgir, recuperarse, es acceder a una vida significativa y productiva. Es poder salir fortalecido de la adversidad respetando las características personales. Se considera que está construida sobre las siguientes bases: Conexiones afectivas con los demás. Desarrollar lazos afectivos eficaces genera autoestima y autoaceptación. Confianza en nuestros actos y decisiones. Tomar el control de uno mismo. La esperanza facilita la selección de los recuerdos positivos y hacer las paces con el pasado. Motivos para vivir, claros, concretos y sencillos (la familia, los amigos, Dios, el miedo a la muerte,...) hasta llegar al valor del amor, en todas sus dimensiones. ¿Qué facilita la resiliencia? Las personas se protegen con capacidades como la intuición de que algo falla o está por solucionar, con realismo, sin negar las evidencias ni las malas noticias. Narrar, escribir (la propia autobiografía) y compartir los problemas o los recuerdos mejora la capacidad para afrontarlos. Pasar página, dar por terminada la adversidad, dejando a veces que pase el tiempo. Y el humor, que distancia emocionalmente del dolor, del miedo y de la ansiedad. ¿Qué dificulta la resiliencia? La dificulta el miedo tras el trauma, ya sea abiertamente (con ansiedad) o como estrés postraumático, que se desencadena ante el menor recuerdo de la situación que causó la adversidad. Otro revés es la indefensión aprendida, en la que tienden a evitarse las conductas que no tienen consecuencias positivas, o directamente las tienen negativas. Esta situación se aprecia con frecuencia en jóvenes con baja autoestima, abocados a la depresión. ¿Cómo podemos ayudar? Se ayuda si se consolidan sus bases. Otros recursos generales incluyen: El apoyo social y la comunicación, especialmente con los iguales. Hacer y cuidar las relaciones sociales, sobre todo con los más cercanos. Promover formas de afrontar adecuadamente el estrés. Promover las emociones positivas y la autoestima. Enseñar a resolver los problemas (a veces interpersonales). Buscar actividades gratificantes. Reconocer y valorar los logros y los talentos de cada persona. La resiliencia se adquiere por la exposición a los riesgos y al miedo. Un ejemplo viene ilustrado en un artículo publicado en el diario El Mundo en diciembre de 2009 , sobre el cáncer en adolescentes, y cómo una de las protagonistas, Gemma, de 18 años, reúne a sus amigas y les habla abiertamente de su situación tras el diagnostico de leucemia. También Marta, de 13 años, ha cambiado el aula por los pasillos del hospital, está en tratamiento de quimioterapia y sin pelo. Siempre podremos ayudar a quienes padecen adversidades. También ayuda el cine: *Planta 4ª* muestra con humor y ternura las secuelas del cáncer; en *Temple Grandin* se narra el tesón de una mujer con autismo, y en el episodio Hairography de la serie de televisión *Glee* abordan la discapacidad y la amistad a través de la canción *Imagine* . La poesía también tiene ejemplos, como *Queda prohibido* , de Alfredo Cuervo y *Palabras para Julia* de José Agustín Goytisolo. Y si además desea inyectar psicología positiva, hay una buena muestra en el vídeo realizado a partir del libro Be happy (Sé feliz) de Monica Sheehan y la canción de Yael Naim titulada New Soul. Artículo elaborado por la Sociedad de Psiquiatría infantil de la Asociación Española de Pediatría.
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