La formación del personal sanitario es una labor esencial que influye directamente en la calidad asistencial del sistema sanitario. Los programas de formación y el entrenamiento ante situaciones críticas redundan en una mejoría de la calidad de la asistencia clínica de la UCIP, ya que obliga al personal a actualizar conocimientos, consensuar pautas de actuación y realizar protocolos de asistencia clínica. Algunos trabajos han demostrado que los programas de entrenamiento en el niño críticamente enfermo tienen un efecto positivo en la supervivencia.

En España pocos servicios de especialidades médicas que tienen un programa específico de formación y de protocolización de actuaciones de su personal sanitario. La enseñanza de técnicas sobre pacientes es problemática ya que, por consideraciones éticas y medicolegales, en situaciones de urgencia vital o pacientes complicados, las técnicas deben hacerlas los profesionales más entrenados.

La utilización de nuevos métodos de formación y evaluación práctica como la simulación avanzada puede ser una alternativa para el entrenamiento de equipos en situaciones de emergencias.

Por todo lo anterior, es imprescindible impartir el máximo número posible de cursos de Simulación Médica avanzada y que utilicen una correcta metodología de enseñanza, en este caso la recomendada por el Grupo Internacional de Simulación en Pediatría (GISP).

El incremento del número de instructores es fundamental para conseguir la máxima divulgación y homogeneidad en la formación que incluyan esta adecuada metodología del GISP.