Ha fallecido el Profesor D. Antonio Martínez Valverde que fue Catedrático de Pediatría de la Facultad de Medicina de Málaga y Jefe de Departamento de Pediatría del Hospital Carlos Haya, mi maestro. Maestro mío y de generaciones de pediatras en Pamplona, Granada y Málaga ciudades en las que ejerció su magisterio creando escuela. Él ejerció como un auténtico Maestro que es el más noble galardón que puede recibir un docente, supo dar lo que poseía en forma adecuada para recibirlo con fruto, lo hizo con amor y de forma desinteresada; No sólo transmitió conocimientos, además nos ayudó y guio en la formación humana y supo estimular nuestro interés por la infancia y por la pediatría. De gran calidad humana y modestia cuantas veces nos dijo, siguiendo a Atahualpa Yupanqui, “les enseñé a volar y no pude seguir su vuelo…” Deseo con esto resaltar algunas de sus facetas más estimadas.
Pero al profesor Martínez Valverde le adornaban otras virtudes dignas de mención y admiración además de su perseverancia y constancia en el trabajo:
Destacado investigador, investigador principal de Gupo Paidos CTS 182, lo que supone conocimientos amplios, sentido crítico y honestidad, dirigió 78 tesis doctorales, publicó numerosos libros y capítulos de libros, artículos en las más prestigiosa revistas nacionales e internacionales de pediatría y un sin fin de participaciones en congresos también nacionales e internacionales.
Desde el punto de vista de su labor clínica destacar que creyó en las especialidades pediátricas, las estimuló y fomentó, consiguiendo bajo su dirección que el Departamento de Pediatría, que dirigió desde la década de los 70 hasta su jubilación, llegase ser uno de los más prestigiosos del país con un área de influencia cada vez mayor.
Granadino de nacimiento, su carrera universitaria se inició en Granada como Profesor Adjunto de Pediatría (siendo pionero en la detección, prevención y tratamiento de las enfermedades metabólicas junto al Prof. Mayor Zaragoza), y posteriormente Jefe de Departamento de Pediatría de Navarra. Puericultor del Estado, socio de honor de varias Sociedades Nacionales e Internacionales de Pediatría, presidió durante años la de Andalucía Oriental, también Académico Numerario de la Real Academia de Medicina de Granada. La Asociación Española de Pediatría le distinguió con el título de Maestro de la Pediatría Española y no en vano un aula del Hospital Materno Infantil lleva su nombre.
Un hombre que al morir deja una historia que el tiempo no puede borrar y las huellas que nos dejó, su legado, sus obras y sobre todo las memorias no escritas, todos las llevamos y las llevaremos en nuestro bagaje.
Le conocí, siendo yo alumno de licenciatura en 1967, y salvo los seis meses que me envió Vd. a la clínica “War Memorial” de Bruselas a completar mi formación no nos separamos nunca.
Aprendí con D. Antonio, por supuesto, pediatría, pero también otras muchas cosas como vocación universitaria, el continuo afán de estudiar, el amor a la familia y a los niños, tenacidad y valores éticos, entre otras.
Mi gratitud, amor y respeto querido D. Antonio. Descanse en paz.
Antonio Jurado Ortiz
Ex-Jefe de Servicio de Pediatría HMI