La investigación se plantea como una herramienta para generar evidencia científica útil en la elaboración de estrategias preventivas y de atención en emergencias climáticas
Durante tres días, el Palacio de Congresos de la ciudad será escenario de más de 100 sesiones científicas, seminarios y talleres prácticos donde se compartirán los últimos avances y retos en el cuidado de la infancia y la adolescencia
El ambicioso programa científico incluye, además, temas como la obesidad, la salud mental, la vacunación o las enfermedades emergentes
Valencia, 5 de junio de 2025.- Más de 2.000 especialistas en salud infantil y adolescente se reúnen desde hoy en Valencia para participar en el 71º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la principal cita científica anual de la pediatría en España. Durante tres días, el Palacio de Congresos de la ciudad será escenario de más de 100 sesiones científicas, seminarios y talleres prácticos donde se compartirán los últimos avances y retos en el cuidado de la infancia y la adolescencia.
Este año, el encuentro tiene un significado especial: no solo marca la consolidación de un modelo de congreso que combina excelencia científica y formación práctica, sino que se celebra en una ciudad especialmente golpeada por la DANA de finales de 2024, un contexto que ha motivado una fuerte implicación de la pediatría con el entorno.
En este marco, la AEP presenta el proyecto RESIA, un estudio pionero que analizará a corto, medio y largo plazo el impacto físico, emocional y ambiental de las inundaciones en la infancia de Catarroja y Sedaví. Esta investigación, de carácter longitudinal, busca no solo cuantificar los efectos del desastre natural sobre la salud y el bienestar de los menores, sino también identificar los factores de protección y resiliencia que pueden ayudar a mitigar sus consecuencias en el futuro. El estudio se plantea como una herramienta para generar evidencia científica útil en la elaboración de estrategias preventivas y de atención en emergencias climáticas.
“Estamos ante un proyecto absolutamente necesario que pone el foco en cómo las catástrofes naturales afectan a los más vulnerables: niños, niñas y adolescentes. El cambio climático está teniendo efectos cada vez más visibles sobre la salud infantil, y es fundamental contar con datos que permitan anticipar respuestas y proteger mejor a la infancia”, destaca el presidente de la AEP, el doctor Luis Carlos Blesa Baviera.
El estudio, impulsado en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, evaluará la evolución del estado físico, mental y nutricional de la infancia afectada por las inundaciones en Catarroja y Sedaví en cuatro momentos clave: a los 6, 12, 24 meses y 5 años del suceso. Para ello, se contará con la participación de las comunidades escolares a través de las asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPAs) y se aplicarán cuestionarios validados tanto a los menores como a sus progenitores. Como grupo control, se ha seleccionado a menores de la misma franja de edad (0-17 años) de zonas no afectadas por el episodio climático, como Xàtiva.
Las áreas de evaluación incluyen la salud física y mental, la calidad de vida relacionada con la salud, la alimentación, el desarrollo psicomotor y las condiciones ambientales del entorno familiar. Se utilizarán cuestionarios y escalas de salud mental para ansiedad y estrés postraumático.
Uno de los grandes valores del estudio es su enfoque integral y multidisciplinar, que contempla tanto los efectos visibles como los menos evidentes, como el impacto emocional o los cambios en hábitos familiares que pueden derivarse de una situación traumática prolongada. Para la investigación, se solicita el consentimiento informado de las familias, y se trabaja en estrecha coordinación con los servicios autonómicos y locales de salud y educación para ofrecer apoyo adicional a los participantes que lo necesiten. “Queremos no solo investigar, sino también acompañar. No basta con reconstruir infraestructuras: hay que reconstruir también el bienestar emocional y físico de los más pequeños”, apostilla el presidente de la AEP.
Los resultados preliminares del estudio estarán disponibles en 2025 y permitirán establecer recomendaciones concretas para políticas de salud pública, protocolos escolares y estrategias de protección infantil ante futuros desastres naturales.
Un programa científico ambicioso y multidisciplinar
El 71º Congreso de la AEP cuenta con un sólido programa que incluye 21 mesas plenarias, sesiones sobre actualizaciones clínicas y nuevas guías internacionales —como las de la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica (ESPGHAN, por sus siglas en inglés) sobre enfermedad celíaca—, así como debates sobre obesidad, dermatología pediátrica, genética, vacunación, pediatría social o enfermedades emergentes.
Además, se abordarán temas prioritarios como la salud mental infantil y la sostenibilidad en la práctica clínica, y se presentarán proyectos internacionales como el nuevo Máster en Pediatría impulsado por la AEP en países del África subsahariana.
“Hemos recibido más de 1.000 comunicaciones científicas, de las cuales se han seleccionado unas 700. Esto demuestra el dinamismo de nuestra comunidad y su compromiso con la mejora constante de la práctica pediátrica”, explica el Dr. Juan José Díaz Martín, presidente del Comité Científico de los Congresos AEP.
La formación práctica también ocupa un lugar central, con 31 seminarios y talleres sobre temas como técnicas de imagen, atención en urgencias, dermatología, salud bucodental o soporte vital pediátrico.
Una ciudad resiliente que acoge la ciencia pediátrica
La ciudad de Valencia ha sido elegida sede de esta edición por su excelente infraestructura congresual y su arraigo en la comunidad pediátrica, a través de la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP). No obstante, la elección adquiere un fuerte componente simbólico, al celebrarse en una comunidad recientemente afectada por una catástrofe natural que ha despertado una ola de solidaridad y compromiso social.
“Valencia es una tierra de luz, ciencia y resiliencia. Acoger este congreso es un motivo de orgullo para la SVP, especialmente tras el duro golpe que supusieron las inundaciones. Hemos querido que este encuentro sirva también para rendir homenaje a las familias afectadas y demostrar cómo la ciencia pediátrica puede aportar soluciones incluso en los momentos más difíciles”, afirma el Dr. Juan Carlos Juliá Benito, presidente del Comité Local y de la Sociedad Valenciana de Pediatría.
La SVP ha impulsado, además, actividades precongreso dirigidas a niños y adolescentes sobre formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) y sostenibilidad, con el objetivo de fomentar desde edades tempranas una ciudadanía más consciente y preparada.
En paralelo a la presentación de avances científicos, la AEP vuelve a poner sobre la mesa algunas de sus reivindicaciones históricas, como el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas y la defensa del modelo pediátrico español, que incluye la pediatría en Atención Primaria, actualmente muy tensionada por la sobrecarga asistencial y la falta de relevo profesional.
“No podemos permitirnos perder un modelo de atención pediátrica que ha demostrado su eficacia durante décadas. La falta de reconocimiento oficial de nuestras especialidades y la escasez de recursos en Atención Primaria ponen en riesgo la calidad de la atención que reciben millones de niños y adolescentes. Desde la AEP seguiremos trabajando para que se valore el conocimiento, el compromiso y la formación de nuestros profesionales”, concluye el doctor Blesa.
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