Nota de prensa sobre Ciberacoso



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62 Congreso de la Asociación Española de Pediatría

LA BRECHA DIGITAL DIFICULTA A LOS PADRES LA DETECCIÓN DEL CIBERACOSO ENTRE LOS MENORES

  • Cerca de 13 puntos porcentuales separan las percepciones de hijos y padres en las modalidades de acoso entre iguales. Muchos adultos no son conscientes de los casos en que el origen se encuentra en el menor
  • El 12,3% de los estudiantes de ESO y bachillerato afirma haber recibido llamadas o mensajes de compañeros con insultos o amenazas; y un 14,2%, reconoce haberlos enviado a través del ordenador o el móvil.
  • La AEP recomienda la formación de los padres en el uso y en las medidas de seguridad que existen para proteger su dispositivo conectado a internet y controlar las relaciones de sus hijos en el entorno online

Sevilla, 10 de junio de 2013.- No existe un "síndrome del niño acosado" y en cada caso las manifestaciones pueden ser muy diversas. Lo primero que pueden notar los padres son cambios en los hábitos de sus hijos: en el uso de dispositivos móviles o de Internet, ausencias repetidas a clase, ausencia en actividades hasta ese momento preferidas, disminución del rendimiento académico con disminución de la capacidad de concentración, cambios o desaparición de amistades…También son muy significativos los cambios en el estado de ánimo o la aparición de síntomas como insomnio, cefalea o dolor abdominal de reciente aparición y sin causa aparente.

Cuando el acoso se produce en el entorno online, el llamado ciberacoso, el principal problema es el mayor sufrimiento en las víctimas, al permanecer más tiempo el objeto de burla o agresión en el medio virtual y aumentar la audiencia que tiene acceso al daño que producen los ataques de los agresores/as, provocando un mayor riesgo de trastorno del ánimo y del suicidio.

A esto se suma la falsa sensación de impunidad y anonimato que tiene el agresor en internet y la dificultad para detectar el ciberacoso, en lo que influye sobremanera la llamada “brecha digital”. “Es la primera vez en la historia de la humanidad en que los más jóvenes saben más que los adultos de algún tema concreto”, explica la doctora María Salmerón, que ha participado activamente en el 62 Congreso de la Asociación Española de Pediatría, en el que ha pronunciado la ponencia “Ciberacoso y sus síntomas”.

En su opinión, nuestros jóvenes han nacido en la era tecnológica pero no han tenido, en muchos casos, una educación previa en el buen uso de internet, ni conocen sus riesgos. Saben usar la herramienta, pero no saben cómo hacerlo de forma segura.

Para poner coto a esa carencia, los pediatras consideran que los padres deben formarse en el entorno online y en las medidas de seguridad que existen para proteger los dispositivos conectados a internet -y así, poder controlar la actividad de sus hijos y sus relaciones virtuales-, además de trasmitirles que en la vida virtual deben regir las mismas normas de convivencia y de respeto al otro que en la vida real.

No se trata de prohibir sino de educar, al igual que se educa a cruzar una calle”, explica la doctora Salmerón. Una educación que debe iniciarse en cuanto los menores empiezan a tomar contacto con las nuevas tecnologías, a los 2-3 años de edad, y adecuar dichas normas según la edad.

Información y navegación segura para evitar riesgos

Las estadísticas indican que la mayoría de los niños y adolescentes tiene acceso a internet -muchos de ellos a través del teléfono móvil-, y que el 82,5% se conecta a diario, la mayoría sin información previa y sin tener instalados los programas adecuados para una navegación segura.

Un estudio realizado entre 2.412 escolares vallisoletanos de entre 13 y 18 años en el curso académico 2011-2012 pone de manifiesto que el 18,9% de estos menores ha contactado con desconocidos; una cifra similar (18,7%) ha llegado a tener a citarse y verse con un extraño con el que se ha contactado a través de la red. Un 19,6% reconoce haber grabado o difundido imágenes de otros sin su consentimiento. El 12,3% de estos estudiantes de ESO y bachillerato afirma haber recibido llamadas o mensajes de compañeros con insultos o amenazas, y son más, un 14,2%, los que relatan haberlo hecho a través del ordenador o el teléfono móvil.

Estos datos coinciden con los del estudio realizado por INTECO en 2012 “Sobre Hábitos seguros en el uso de las TIC por niños y adolescentes y e-confianza de sus padres” que destaca “el salto de casi 10 y 13 puntos porcentuales respectivamente que separa las percepciones de hijos y padres en cada una de las modalidades de acoso entre iguales. “Esto parece indicar que los adultos no son del todo conscientes de los casos en que el origen del peligro se encuentra en el propio menor”, advierte la doctora Salmerón.

Cualquier cambio de hábitos en el uso de las nuevas tecnologías, la sensación de notar que “está diferente” y más si va unido a algún síntoma físico, es un aviso de que algo no va bien. Para evitarlo, lo ideal es saber qué hace el menor cuando está conectado, instalar un buen anti virus, un corta fuegos y un programa de control parental. Igualmente, conviene dosificar el tiempo de uso, tener el ordenador en un lugar común, controlar el empleo de webcam, y que, por ejemplo, si nuestro hijo usa correo electrónico lo haga desde una cuenta familiar; si tiene redes sociales, que los padres seamos uno de sus amigos…

Hay que tener en cuenta, además, que no se trata sólo de evitar el ciberacoso. Más frecuentes que él son los riesgos técnicos, adicción a pantallas, la pérdida de privacidad, la suplantación de identidad, el acceso a contenidos inapropiados y los fraudes económicos.

Otros trastornos online

El pediatra tiene un doble papel: la prevención primaria que es evitar que ocurra un problema con las TIC y la prevención secundaria que es la detección precoz de un caso. En el caso de la prevención primaria, se debería incluir en los cuestionarios de las revisiones periódicas de salud, preguntas acerca del uso de las TIC y ofrecer material a los padres y al menor. En el caso de la prevención secundaria, como dice la Sociedad Americana de Psiquiatría, todos los pediatras deberían tener formación en este campo y se debería preguntar en cualquier consulta médica acerca de los hábitos en las TIC y saber responder ante un caso: cuando se debe o no denunciar y con qué rapidez, donde dirigirse, pasos a seguir, como obtener pruebas válidas…

Los hábitos saludables se deben promocionar desde la familia, desde la escuela y desde el ámbito sanitario. El buen uso de las nuevas tecnologías debería ser un tema prioritario para el menor, por el elevado riesgo que tiene para él, pero también para el adulto”, concluye la doctora Salmerón.

 

Para más información. Gabinete de prensa del 62º Congreso de la AEP
Marina Tocón/ Mª Luisa Atarés

Tfno: 91. 787.03.00/ 687.720.287

mtocon@plannermedia.com /mlatares@plannermedia.com

 

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